miércoles, 23 de abril de 2014

Capítulo 67. ESTA VEZ.

"Queridos seguidores, quiero compartir con vosotros y el mundo entero uno de mis mayores secretos. Soy consciente de que muchos no estaréis de acuerdo, no os gustará, me criticaréis, me juzgaréis… pero también sé que otros me apoyaréis como siempre habéis hecho. Tengo que agradecer primero a todos mis familiares y amigos por apoyarme desde el minuto en el que se lo conté, y haber estado a mi lado como esperaba. Mantengo una relación con Marina,  ganadora de "La Voz". Sabéis perfectamente que odio hablar sobre mi vida privada, pero me he visto obligada a hacerlo. Espero de corazón que lo entendáis. Nos veremos en unas horas en la gala 40, en la que haremos nuestra primera aparición juntas. Atentamente, la jefa."
Releí el mensaje una y otra vez. Malú me decía que parase y guardase el móvil, pero yo no me cansaba de leerlo. No terminaba de creérmelo después de tantas fatigas. Al final acabó quitándomelo.
-Eh, devuélvemelo… -le dije, intentando agarrarlo. Ella lo metió en su bolsito.
-¡Estate quieta ya, hombre!. -exclamó, recolocándose el cinturón del coche. -no queda nada para llegar… -se mordió el labio. Estaba temblorosa. Agarré su mano, entrelazando nuestros brazos.
-Vamos, cariño. -sonreí.
-¿Tú no estás muerta de miedo?
-Sí, pero si no te calmo yo, ¿quién lo va a hacer?
-Ois, que bonita eres, coño. -intervino el chófer. Nos quedamos algo cortadas, riéndonos. A partir de ese momento tendríamos que tener cuidado con lo que decíamos… porque al parecer, el muchacho nos estaba escuchando. Pulsó el botón de la radio al ver que dejamos de hablar. -¿un poco de música? -retransmitían la gala, bueno, la alfombra, en directo.
-"A puntito está Malú de llegar, es la más esperada sin duda. Hay una máxima expectación por parte de la prensa y de los propios fans tras haber declarado públicamente en sus redes sociales su romance con la nueva cantante Marina…"-nos dio un vuelco el estómago.
-¿Tú eres consciente de lo que hemos hecho…? -la voz me salía muy bajita. Mi chica rió de los puros nervios.
-La que nos espera. -agachó la cabeza. Yo acaricié su pelo y mis dedos se quedaron enredados en sus ondulas. Ella empezó a carcajear al verme luchar con sus cabellos por salir de allí.

-Bueno, pues ya hemos llegado. -se giró. Sus ojos azules brillaban más de lo que parecía en el espejo.-¡buena suerte, chicas! -nos deseó, alzando el puño. Me quedé con la mano en el picaporte de la puerta del coche. Miré a Malú. Soltamos un suspiro a la vez.
-Venga, abre. -me pidió, sacudiendo nuestras manos unidas. Yo volví a mirar por la ventana. Había unas vallas delante de la alfombra en la que ya desfilaban muchas de las estrellas de la canción. Tras las barreras se agolpaban miles de fotógrafos y periodistas. Ya algunos flash apuntaban a nosotras.
Finalmente lo hice. Abrí la puerta y una oleada de fotos fueron tomadas. Cada mínimo gesto que hice fue captado. Luego salió ella, e inmediatamente me sostuvo la mano. Caminamos sonrientes y saludando a los fotógrafos que se agolpaban junto a la masa de seguidores que había acudido al acto.
Estábamos dando un gran paso. Uno que ni me imaginaba hacía unos meses.
Era como uno de esos momentos que vives y conforme va pasando tu mente cree que no es real. Que sueñas despierto… pero no, es realidad. Es la pura verdad.
La primera pareja de entrevistadores frenó nuestro caminar.
-¡Al fin vosotras! -exclamó la chica, vestida para la ocasión con un exceso de colonia que atosigaba. Nuestras sonrisas no cesaban. -Malú, ¿eres consciente del gran revuelo que has causado?
-Sí. -rió y miró a su alrededor. -la verdad es que la gente se está volcando…
-Vemos por las redes sociales que mucha gente no está muy de acuerdo con vuestra relación. ¿Tenéis algo que decirles?  -intervino el joven. Seguro que ella sabría salir de ésta.
-No… ya lo dije en su momento. Era una noticia que no iba a agradar a ciertas personas, pero es mi vida, ella es la persona a la que quiero, y la que me hace feliz cada día. -me miró sonriente de reojo. A mí se me caía la baba viéndola. -Yo no puedo obligar a nadie a que lo mire bien… si no lo respeta, lo siento, es lo que hay. -dejó mudos a los entrevistadores. -bueno, preguntarle a Marina a algo que parezco aquí la portavoz. -reímos.
-No solo has conquistado a Malú en los escenarios, también conquistaste su corazón. ¿Te fue muy difícil enamorarla?
-En ningún momento tuve esa intención, simplemente ocurrió. -me encogí de hombros.
-Vaya dos… qué amores. -nos miró tiernamente Lara. -bueno, mucha suerte con lo vuestro, con las actuaciones ahí arriba, y Malú, ¡ojalá ganes muchos premios! -nos deseó. Agradecimos sus palabras y caminamos por la alfombra hasta parar de nuevo. Posamos para las cámaras y volvimos a atender a los periodistas. Éramos las más buscadas, todo el mundo pendiente de nosotras… nunca me había sentido así. La fama empezaba a nublarme la vista.
Las continuas entrevistas fueron de lo lindo. Venían, como ya esperábamos, a preguntarnos sobre nuestra vida privada. Pero algunos fueron más considerados, y cómo fiesta de la música que era, nos admiraban por nuestros respectivos discos.
Ya en el pasillo, nos encontramos a grandes cantantes de nuestro país rondando. De vez en cuando, nos paraban para saludarnos y desearnos que nos fuera bien. Me parecieron muy simpáticos. Incluso algunos a los que le tenía coraje, me cayeron bien.
-¡¡MIS PEQUES!! -López vino por detrás y nos levantó del suelo a las dos a la vez. -¡¡Enhorabuena!! -gritó. -me habéis dejado boquiabierto. En serio, olé por vosotras. Sois las mejores, tío. Estoy súper orgulloso de vosotras. Joder, qué pesado estoy. -nosotras asentimos incrédulas casi al borde de estallar de risa. -siento hablar tan rápido es que estoy nerviosísimo. Ostia… tengo que llamar a Li. Espero que nos veamos. ¡Ah! ¡Marina! Ha fallado el cantante que iba después de mí y me han dicho que si podía improvisar una canción. He decidido que lo hagas conmigo. ¿Qué te parece?
-¿Nuestra canción?
-Claro. -sonrió plenamente. Malú me dio un codazo, incitándome a aceptar la propuesta. -¿qué me dices?
-Por supuestísimo que sí. Anda, ve a llamar a tu novia. -reí. -mándale recuerdos. -mi chica abrió el bolso de manera nerviosa y sacó mi móvil de él. -¿quién es?
-Jorge. -sonrió perversa. Yo la imité. Por fin la venganza. Qué ganas tenía…
-¿Se puede saber qué coño haces? -preguntó enfadado. Su ira alimentaba mi sonrisa.
-Pues… ir a la gala. -vacilé. Ella soltó una risa y se tapó la boca. Oí como bufaba. -¿te crees que soy tonta? Malú me lo contó todo… -no dijo ni una palabra.
-Era lo mejor para ti, Marina. Ya te acordarás de lo que te digo...
-Mira, no sé si será lo mejor o no, pero eso a ti no te importa y no debiste amenazarla así.
-Como representante tuyo tengo la obligación de tomar ciertas decisiones. Me pagan para ello.
-Me parece perfecto, pero una cosa es que me asesores y otra muy distinta que te metas en mi vida privada. -fui elevando el tono de voz. Estaba empezando a cabrearme. Siempre los mismos cansinos argumentos.
-A ver, niñata. -odiaba que me llámese así. Me hacía sentir que era inmadura. -todo lo que hagas, me afecta a mí de alguna forma.
-¿Y qué he hecho?
-Pues acabas de confirmar tu relación con esa.
-Esa se llama Malú. -corregí. -y si no lo hacía yo, lo hacías tú el lunes. ¿verdad? -los técnicos nos llamaban para entrar en el recinto y llevarnos a nuestros asientos, pero tenía que seguir la conversación. -entonces…no entiendo por qué me hechas la bronca. -lo dejé sin argumentos. Lo había pillado todo. Solo quería sacarme dinero. Su plan había sido destruido por nosotras tras un acto de valentía digno de admirar. Tras un silencio me di cuenta que había ganado la batalla. Esta vez ganamos nosotras. Colgó y sonreí plenamente. Le di el móvil a María Lucía y me miró riéndose.
-Qué se joda.
                            

Solté una carcajada y puse mi mano en su espalda, empujándola hacia delante. Los organizadores de la gala nos llevaron hasta nuestras butacas, perfectamente asignadas. Todo estaba muy controlado, cada detalle era cuidado con delicadeza.
-¡Pero bueno! ¡Cuánto tiempo! -exclamó Pastora, que la habían sentado al lado nuestra. La abrazamos por turnos. -¡¡madre mía, me ha entrado un ataque cuando he visto tu difusión, Malú!! Qué grandes sois. -sonrió plenamente.
Canté más animada que nunca. Tenía muchas ganas de hacerlo. La adrenalina se extendió al igual que el fuego con la gasolina. No paraba de mirar arriba, a mi chica, que bailaba junto a sus compañeros de profesión convertidos en amigos de toda la vida. También echaba la vista atrás, a mis fieles músicos. Y cómo no, al inmenso público que se entregaba a mi música.
Luego vi cómo Malú se hacía con los tres premios de los cuatro a los que estaba nominada. Se emocionó en uno de ellos y no pudo evitar soltar una lágrima. El día estaba cargado de experiencias y momentos, necesitaba liberarse. Dijo unas palabras agradeciendo a todos el apoyo que nos habían aportado. Yo, al verla así, derramé unas cuantas también.
-Qué increíble todo esto… -se acomodó al lado mía de nuevo, mientras se limpiaba las lágrimas. La abracé por los hombros y se echó en mi izquierdo. Besé su pelo bajo la atenta mirada de la sevillana.

-Qué monas… -murmuró. 

1 comentario: