Estaba en la cafetería de aquel hospital, tomándome un cortado. Aunque Barcelona y Madrid no estén muy lejos en AVE, para mi el viaje ha supuesto un cansancio terrible. Divisé a lo lejos un chico en otra mesa, su cara me resultaba conocida. Decidí acercarme a él y entonces me di cuenta de quién era.–Perdona, ¿eres Pablo López? -pregunté muy tímida.–Sí, así es. -respondió con una gran sonrisa.–Dios qué,fuerte, ¿puedo hacerme una foto contigo? Me encanta tu música.
–¡Claro! Es un placer conocer a alguien que le guste mis temas.
Mientras nos sacábamos una foto, escuché una voz que me resultaba muy familiar.–¿Irene? ¿Eres tú?–¿Lidia? -su vocecita era fácil de reconocer. La miré de arriba a abajo, no había cambiado nada. Sólo un ligero detalle... fue inevitable fijarme en su barriga. La achuché con cuidado después de años sin verla. –Madre mía, como cambian las cosas... muchísimas felicidades. ¿Quién es el padre?–Justamente es el chico con el que te estabas haciendo un selfie. -dijo mientras se reía.–Debes estar de puta broma. -les miré con incredulidad. Ambos empezaron a reír sin parar. –Mira Pablo, esta es Tori, Tori este es Pablo, aunque por lo visto parece que lo conoces.–Lo del mote de Tori lo tenía completamente olvidado -sonreí al recordar mi adolescencia.
Lidia y yo eramos del mismo pueblo, nos conocimos en el instituto y fuimos juntas a la universidad, compartiendo piso con unas amigas en Barcelona. Llegó a ser una amiga muy importante para mí, pero cuando se acabó la carrera, ella se fue a Madrid y nuestros caminos se separaron. Mantuvimos contacto, pero con el tiempo se acabó perdiendo. Después de tomarme un café con ellos, me invitaron a su casa. Estábamos pasando un rato muy agradable. Hablamos de los viejos tiempos, de como nos va ahora, de Pablito, el niño que viene en camino... López era genial, me encantó conocerle, es un gran compositor, cantante y persona.
–Por cierto Tori, ¿te acuerdas de que por Whatsapp te hablé de una amiga mía que se llamaba Marina?–Claro, ¿aún te llevas con ella?–Y tanto que se llevan, es su mejor amiga. - dijo Pablo sonriendo.–Pues esa chica es Marina Marín, la ganadora de la voz, la que en nada se va a casar con Malú. - explicó Li con orgullo.–¿QUEEE? Y me lo dices ahora cabrona. Justamente en el periódico donde trabajo tuve que revisar una noticia donde hablaban de ellas. Supongo que me las presentarás, ¿verdad?–Tengo una idea mejor que presentártelas. -Lidia se levantó del sofá, cogió su móvil y se fue mientras marcaba un número.–Ahora entiendo cómo os conocisteis si Li está en el círculo de Marina -le comenté a Pablo.–Exacto, nos conocimos por ella, cuando estaba subiendo por la escalera de la fama. Me alegro que ambas se tengan, se cuidan mutuamente.–Marina me caía bien, pero ahora me cae mejor. -dije mientras bebía un trago de bebida energética. –¡TORIIIIIIII! -gritaba Li con su vocecita mientras venía por el pasillo eufórica.–¿Qué pasa, "shula"?- le dije con tono agudo, haciendo recordar una broma de nuestra adolescencia.–Qué "shula" "ereh" -dijo siguiéndome la broma- El 1 de Septiembre ya puedes hacer hueco porque te vienes a la boda de Malú y Marina con nosotros. Allí te las presentaré.
Después de esa gran sorpresa, asistiría a la boda de Malú y Marina. Qué ganas de conocer a estas artistas, la música de ambas me transmite mucho, aunque a mi me guste más la música electrónica. Agradecería el gesto de Li y de las cantantes en invitarme a ese gran evento.
Llegó el 1 de septiembre. La boda se celebraba en la playa de Algeciras. En la ceremonia me quedé por el fondo, porque realmente no pintaba nada allí. Marina llegó en moto de agua a la boda, fue espectacular esa escena. Luego se perdieron los anillos, pero se encontraron. Finalmente fuimos a comer al restaurante. Me senté al lado de Li y Pablo, que eran los únicos a los que conocía en la boda. Marina y Malú estaban muy ocupadas, así que pensé que lo mejor era saludarlas después de comer. Luego, los futuros padres se fueron con ellas y yo pude conocer a grandes artistas: Pastora Soler, Pablo Alborán, Vanesa Martín, Sergio Dalma... Fue genial. Después me quedé hablando con Alejandro Sanz, nunca me había atraído su música, pero realmente conocí a una gran persona. Aunque bebió un poco... Cualquier cosa que decía se reía. Entonces con la tontería, salimos a “bailar” los dos.
–Madre mía, no tengo ni puta idea de bailar -dije mientras bailaba como si de un pato se tratase.–Y yo con unas copitas de más no puedo seguir el compás de la música. -ese comentario me hizo estallar en risas.–Yo aún tengo que conocer a las novias. He perdido de vista a Pablo López y a su novia, iba con ellos.–Con esta multitud lo vas a tener muy difícil para encontrarlos...–¿Sabes qué? Ahora en vez de llamarte Alejandro debería llamarte Acercandro Sanz.–Estás loquísima -el cantante internacional rompió a carcajadas. -El chiste es tan malo que me has dejado el corazón partío.–Joder Acercandro eres un desmadre -dije con lágrimas en los ojos.
De repente, Sergio Dalma dejó de cantar y vimos a Marina subiendo al escenario.–Irene, ya que dices que estás tan loca, haz alguna locura, pero de las gordas. -me desafió Sanz.–¿Me estás retando? Ahora vas a ver si estoy loca o no.
Cogí la Monster Energy que me estaba tomando y subí al escenario. Empecé a cantar mi canción favorita de Skrillex con la bebida en la mano. Marina me miraba como si fuera un alien. Alguien de abajo me preguntó si estaba bien y le respondí que me había tomado 5 monsters. Al fondo vi a Alejandro en el suelo llorando de risa. Acabé haciendo la croqueta mientras cantaba“Me fui”. Me levanté corriendo para salir de ahí pero unos hombres de negro me sacaron del restaurante como si fuera una terrorista o algo. Ni que hubiera hecho algún delito... Me di cuenta que me había pasado un poco, pero no importa. Me quedo con que he conocido muchos artistas, y que ellos junto a Malú y Marina no se van a olvidar de mi después de la escena que les he dado en la boda del año. También tengo el teléfono de Alejandro. Y también ganaré una bronca por parte de Lidia...
-Irene Tanarro-
Jajajaja Lo que me he podido reír. Genial. Me ha encantado.
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