La
puerta de su chalet estaba plagada de periodistas con sus cámaras y micrófonos,
dispuestos a pillar alguna imagen nuestra. Me preguntaba cuándo pararía aquella
fiebre. Ansiaba el momento de que todo se calmase un poco. Pero aún faltaba
para eso. Era muy pronto. Demasiado.
-No
vamos a poder ni salir a comprar el pan… -murmuré, mirando por la ventana,
escondida tras la cortina.
-Tranquila,
hay congelado. -rió Malú. -pero ya mismo se acabarán las reservas y tendremos
que salir. -puso tono desesperado. -¡No! ¡no! -bromeaba. -moriremos de hambre.
-Siempre
podemos comernos a Danka y a…
-¡¡A
mis animales los dejas!! -reí. -¡¡Ni se te ocurra!! ¡¡te mato!!
-Oye,
que están bien gorditos, tendríamos para sobrevivir unas semanas.
-¡¡MARINA
QUE TE PEGO!! -chilló. Yo no hacía más que descojonarme viéndola así de
alterada. -deja de reírte de mí. -me ordenó seria. -uf, y esta gente que no se
va… -se quejó.
-¿Quieres
salir, o qué? -le pregunté. Ella negó
con la cabeza. La entendía. No era cómodo tener como a cincuenta personas
rodeando tu hogar. Era intimidante. Ese día no salimos de casa. Decidimos
quedarnos allí, jugando a juegos de mesa, viendo pelis… Un día casero, en
definitiva. Echaba de menos aquello. Era una tontería, pero a veces los
pequeños detalles son los que más nos importan.
-Estamos
en cuarentena. -rió. En verdad tenía razón. A saber cuándo se iban a ir.
Llevaban más de ocho horas allí.
-Pues
yo mañana tengo que salir, tengo concierto en Zaragoza.
-Tendrás
que pedirle prestado al rey su helicóptero. -bromeó.
-He
hablado con Jorge. -dije sin mirarla. -me llamó antes diciendo que a partir de
ahora iríamos cada uno por su lado. Solo nos veremos cuando sea estrictamente
necesario.
-Mejor.
-opinó. -¿no crees?
-Sí.
Los chicos están conmigo, iré con ellos en un avión y él irá en otro.
-expliqué.
El
sol no tardó en salir de nuevo. Como cada día, la estrella más grande del sistema
solar alumbró el paisaje. Los rayos de sol se colaron por la persiana,
dibujando un haz de luz sobre el cuerpo de mi chica. Estaba boca abajo, con las
manos bajo la almohada. Las sábanas le llegaban a la mitad de su espalda. Aún me quedaba algo de tiempo en la cama... lo dediqué a reflexionar sobre los últimos acontecimientos que ocurrieron en mi vida. El vuelco que había dado mi carrera de la noche a la mañana. Todo porque ahora era "la novia de". Siempre quise que se me reconociera por mi música, y no estaba siendo así. Pero las cosas habían salido de este modo, y ya no había vuelta atrás. Le di
un beso en la mejilla y me metí en la ducha. Al salir, la encontré ya vestida.
-¿Qué
haces tan temprano?
-A
ver si te crees que eres la única que trabaja… -rió. -tengo una sesión de
fotos.
-Ah,
bien. No me habías dicho nada.
-Si
te tengo que contar toda mi agenda te duermes. -bromeó. Desayunamos juntas y
nos despedimos. La puerta estaba despejada, al fin se rindieron los fotógrafos.
El
corto vuelo finalizó sin altercados. Un viaje bastante bueno, no habíamos
tenido ni retrasos ni turbulencias… perfecto. Todo iba como la seda.
-¿Nos
quedamos a comer aquí? -propuso Mercedes. El grupo estuvo de acuerdo, y
buscamos un sitio donde sentarnos. Mientras esperábamos la comida, nos pusimos
a bichear por las redes sociales. Cada uno con su móvil, iba leyendo diferentes
noticias del día.
-¿Pero
qué es esto…? -algo no me cuadraba. Leí tres veces el tweet y seguía sin
entenderlo. "Lo importante es que te pongas bien, ¡ánimo!". A mí no
me pasaba nada. ¿Era una confusión? ¿Un loco? ¿Una noticia falsa rondaba por
ahí? Seguí leyendo interacciones y todas estaban en relación a ésta.
"¡¡Ponte buena!! ¡¡Seguro que Malú te está cuidando muy bien!!!
jiji". "¡¡Volverás pronto, nos debes un concierto!! A recuperarse,
guapa".
-¿Pero
qué…? -dijo extrañado Pepe Luí, que miraba el móvil conmigo. Inmediatamente,
nos pusimos a investigar. No tardamos en encontrar la respuesta. "Marina
Marín cancela su concierto en Zaragoza, el dinero de las entradas será devuelto
en las próximas horas".
-¡¡¡¡¡YO
NO HE CANCELADO NADA!!!!! -exclamé sofocada.
-Llama
a Paula. -me dijo Ricky. Sí, eso era una buena opción. No quería culpar a nadie
sin saber nada, pero me olía a que Jorge estaba detrás de todo esto. ¿Quién sino? Marqué
corriendo el número de la productora. Tenía que solucionar el problema. Tenía
que dar ese concierto.
-¡Marina!
¿Cómo estás? ¿Estás mejor?
-¿Mejor
de qué?
-Jorge
me dijo que estabas con varicela. -dijo. Pegué un puñetazo en la mesa y me
mordí el labio. Si lo veía lo mataba. -me pidió que cancelase el concierto lo
antes posible.
-¡¡No
tengo varicela!! Estoy perfectamente… y estoy en Zaragoza.
-¿Qué?
No lo entiendo… -estaba confusa.
-Yo
sí que no lo entiendo. -suspiré. -mira. -me levanté de la silla y di una vuelta
por el aeropuerto mientras le contaba todo lo que había pasado con Jorge. Me vi
obligada a hacerlo. Probablemente a ella no le importaría, pero tenía que
hacerlo.
-Entiendo…
todo cuadra. Es venganza… Pues no te preocupes porque he hablado con Mari hace
un rato y me ha dicho que se incorpora después de la semana santa. -eso significaba
que hoy era mi último día con el señor engominado. -pero Marina, tenías que
haberlo hablado conmigo. Lo hubiese despedido.
-Soy
una idiota, tenía que haberlo hecho… perdona. -me disculpé. -¿podemos dar el concierto…?
-Me
temo que no, hemos devuelto más de la mitad del dinero de las entradas… -me
derrumbé poco a poco. Tenía muchísimas ganas de actuar. Había llegado con un
ánimo increíble después de aquella gala en la que Malú y yo publicamos lo
nuestro. -no te preocupes, volverás. Sacaremos otra fecha, ahora tómate un
respiro en estas vacaciones y coge fuerza. Y no dudes en contactar conmigo para
cualquier cosa, eh. Que sé que parezco un poco borde, pero también tengo mi
corazoncito.
-No,
hombre…
-No
mientas, anda. -reímos. -yo me conozco.
-¡¡No
me lo puedo creer, te lo juro!! -se quejaban los músicos. Ellos estaban tan
enfadados y frustrados como yo.
-Bueno,
volvamos a Madrid…-dije con pena.
Una
vez más, Jorge me atacaba. Era una guerra interminable. Era más rencoroso y
orgulloso de lo que pensaba. Creí que después de vengarme de aquella forma, de
joderle el plan que tanto habría moldeado, pararía. Se alejaría de mí y
acabaría con esta batalla absurda. Pero no, esto era eterno. Un círculo
vicioso.
Nada
más llegar a la capital española, me pasé por casa de mi chica, esperaba
encontrarla allí… Tuve suerte, estaba aparcando el coche justo cuando me bajé
del mío.
-¿QUÉ
HACES AQUÍ? ¿Y EL CONCIERTO? -chilló.
-Jorge.
-¿Qué
ha hecho ahora?
-Ha
cancelado el concierto diciendo que tenía la varicela… -suspiré. Malú dio un
portazo y cerró el auto con la llave. No dejaba de murmurar que no se lo creía…
Yo tampoco. Era tan rebuscado. Otra sorpresa nos traía este día. Una masa
enorme de periodistas salió de vete tú a saber dónde. Yo los vi como a leones.
Se vinieron a por nosotras hasta rodearnos. Andamos sin separarnos, intentando
acercarnos a la puerta de la vivienda con el montón de micrófonos rondando
alrededor nuestra.
-¿No
estabas con varicela? -me preguntó una. Yo sonreí y negué.
-Hubo
un mal entendido. -dije.
-¿Quisiste
escaquearte de tu cita en Zaragoza para estar con tu chica? -lo que me faltaba…
Ahora en contra mía por culpa de Jorge. Esto no me traía nada bueno… No tenía
ni idea de cómo salir de ésta…
-Tenía
muchas ganas de cantar allí, repito que ha sido un malentendido entre mi
mánager y la productora. -Malú tiraba de mi mano como podía. Al fin llegamos.
-Muchas
gracias a todos, de verdad. -dijo ella, tan educada con la prensa como siempre,
aunque probablemente solo quería echarles en este momento. -pf… -cerró la puerta.
-Deberíamos
alejarnos de todo esto… -propuse.
-Tienes
razón. No podemos pasar aquí la semana santa. Nos comerán.
-Vámonos
a ver a mi madre al pueblo. Así ves dónde me crié…-sonreí levemente. Ella lo
hizo conmigo. Estaba contenta con la idea.
Quisiera contaros un proyecto que llevaré a cabo los domingos de 7 a 8 junto a un grupo de amigos. Vamos a hacer un "programa de radio", emitido desde una Twitcam en el que trataremos de entretener las tardes vacías y aburridas de los domingos. Hablaremos sobre noticias curiosas, tendremos llamadas telefónicas vuestras, para contar con vuestra participación. Habrá diferentes secciones divertidas y una que dedicaré a la novela. Comentaré con ustedes el último capítulo que haya subido y os proporcionaré adelantos sobre los próximos.
Os dejo el twitter, ¡espero que nos oigáis este domingo 4 de mayo!
@YaTeVale_