Agarro la guitarra con fuerza. La achucho contra mi cuerpo.
Cierro los ojos un instante y tomo aire con seguridad y con ganas de darlo todo. Subo los escalones, el corazón me empieza a latir con ímpetu. Las
cosquillas en la barriga y el nudo en la garganta aparecen de nuevo. Una magia
nueva se apodera de mí. Este sitio me trae muchos recuerdos. Es una sensación
preciosa. Un viaje en el tiempo. Como si nada hubiese pasado. Miro aquel
nombre, esta vez sin iluminar, en el sillón. Aún recuerdo cómo me temblaban las
piernas. Aún recuerdo ese miedo. Cómo olvidarlo. Empiezo a tocar la guitarra.
Esta vez no hay golpes de sonido, ni público que me anime. Esta vez no siento la presión, ese "¿seré lo suficientemente buena?" "¿les gustaré?". Para romper el
ensordecedor silencio, golpeo las cuerdas con énfasis. Inundo el vacío plató
con mi música. Con esa canción. La canción que lo desencadenó todo. A prueba de ti. La letra de la canción parece estar a fuego en mi mente. Oigo el pulsador, y la silla de Malú se gira. Sonrío. Ella hace lo mismo. Su
rostro comienza a dar signos de vejez, pero su belleza sigue siendo la misma. O
quizás superior. El brillo en su mirada es inapagable. Eterno. El amor que me
transmite su sonrisa es incalculable. Me pregunto cómo puede seguir
enamorándome después de tantos años. Después de tantas experiencias. Me hago
una pregunta estúpida. ¿Algún día la dejaré de amar? Es imposible. Es imposible
dejar de sentir lo que siento. Es tan fuerte. Tan infinito. Inabarcable.
Indescriptible. Y es que su gesto todo lo dice. No tiene secretos para mí.
Cuanto más la miro, más me gusta. Sé que en su piel está mi futuro. La silla a
su izquierda se gira. Apenas se ve la persona que la ocupa. Es tan pequeñaja. Puedo ver su coletita
asomar. Se pone de rodillas y ríe nerviosa, dejando ver el hueco de sus
paletas. Sin duda, ha sacado los ojos de Malú. Esa mirada transparente. Recuerdo la primera vez que los
abrió. Sentí tantas cosas es un solo segundo… Los nervios me pudieron y me eché
a llorar mientras ella intentaba adivinar qué me pasaba. Me miraba inquieta,
preocupada. Y solo tenía unos minutos de vida. Sabía que iba a ser especial. Lo
sabía. Jamás olvidaré el día que dio sus dos primeros pasos y luego cayó de
culo en la alfombra desatando la risa de sus abuelos. O cuando empezó a comer
por sí sola, golpeando el plato y haciendo volar a litros y litros de sopa. El
primer día que pisó la arena, la pateó asustada. No le gustaba la sensación.
Prefería caminar en la orilla cogida de nuestras manos, soltando chillidos cada
vez que veía venir una ola. Y cómo olvidar aquella vez en la que se perdió en
el parque de bolas. Se escondió en uno de los toboganes y mantuvo la boca
cerrada hasta que Malú se metió a buscarla. Fue gracioso ver cómo, gateando, buscaba
a su hija. Esquivando a otros niños, sorteando obstáculos. Es una gran madre.
Desde el momento en el que supimos que íbamos a tener un hijo lo supe. Tuve ese
presentimiento. La forma en que miraba su barriga. La forma de tocarla. Y lo
mejor de todo es que podía compartir esa labor con ella. Algo tan importante
como formar a un niño. Educarlo. Llegar a convertirlo en una persona. Se me
pone la piel de gallina. Termino de cantar a la vez que se difuminan mis
pensamientos. Natalia corre hacia su madre, y ella la alza, sentándola en sus
piernas y agarrando sus manos. La mira con ternura.
-Así nos conocimos mamá y yo. -le explica.
-Solo que yo era un poco más guapa. -bromeo. La niña ríe.
Siempre lo hace. Es tan risueña como María Lucía.
-Yo quiero ser cantante también. -dice. Me acerco a ellas y
me pongo en cuclillas. Descanso mis manos en las diminutas rodillas de mi hija.
-Tendrás que trabajar mucho. -asiente seguidamente. Su
coleta baila. -¿quieres aprender a tocar la guitarra? -le pregunto. Vuelve a
asentir. -eso está genial.
-Le voy a pedir una a los reyes magos del tito José porque
él tiene muchas y seguro que los reyes se las ha traído todas. -dice casi sin
aire.
-Buena elección. -río.
-Tú eres muy lista para la edad que tienes, ¿no? -interviene mi mujer.
-Soy la más lista de la clase. -afirma convencida. Malú carcajea sin perdernos de vista. Beso las frentes de las chicas que me dan la felicidad. La razón de mi existencia.
Mi nueva vida circula rápido. Mi madre dice que es un signo de vejez. Y es
que los días, los meses, vuelan. Sin yo poder detenerlos. Es exagerado.
Cuando empezaba la primavera, ya estaba acabando el verano. Nuestros discos se
creaban, se publicaban, los conciertos se abarrotaban, y ya estábamos de nuevo
con otro CD. A pesar de la fluidez de los acontecimientos, soy infinitamente
feliz. Mi rutina no puede ser mejor. La que había ansiado y perseguido siempre.
Mi carrera alcanza cotas altísimas. Ni yo misma me lo creo. Vivo en una nube.
Vivimos. Porque mis éxitos son los suyos. Y los suyos los míos. Estamos
unidas en todos los campos posibles. Unidas en todos los sentidos.
Respecto al resto, mi madre se trasladó a Madrid para seguir con más detenimiento el crecimiento de su nieta. Muchas eran las horas que pasaba junto a nosotras. Por otro lado, José se mudó a casa de mi mánager. El amor que ambos sentían era extraño, iluso, y a la vez especial. He de reconocer que hacían una pareja estupenda. Y hablando de parejas, Vanesa y Úrsula continuaron juntas a pesar de las adversidades. Las dos trabajaban en el bar de Natalia y Pedro, el cual se convirtió en una franquicia con locales en toda España. Mi banda sigue siendo la que era. Ellos querían continuar conmigo, y yo con ellos. Si los productores exigían un cambio, eramos nosotros los que tornábamos de productora. Isabel seguía siendo mi mano derecha en el mundo de la moda. Mi confianza en ella crece día a día. Se vuelca en cada proyecto, quizás por eso su éxito sea tan enorme. Cree en lo que hace. Me siento realmente cómoda en sus manos. Lidia y Pablo están igual de enamorados con su pequeño, el cual, cuida con responsabilidad a Nat. Bromeamos con que algún día nuestros niños serán pareja. Quién sabe. La vida da muchas vueltas... Y tantas que da. Quién me diría a mí que mi familia sería la chica que decoraba mi pared en un póster algo mugriento. O que las críticas hacia mi, según decían algunos, absurda ilusión se convertirían en elogios y premios. Al final aprendí que la vida te da tantas de arena como de cal. Comprendí que los baches solo son obstáculos que nos dan lecciones. Y los logros son señales de que lo estamos haciendo bien. Al final la vida solo es un camino con principio y fin. El de algunas personas es más inclinado que el de otras. Unos tramos son de arena, y otros de piedra. Unos de cemento, y otros de hierba. Pero al fin y al cabo es el mismo camino. Y yo, como sufridora de mil torturas y triunfadora de mil alegrías, parafraseo aquello que un día decidió mi mujer plasmar en su piel. Ahora he conseguido entender esa frase, y ahora sí la puedo decir: el mayor desafío de la vida es vivir.
FIN
Aiiinns... que penita que se acabe, pero todo tiene un punto y final y eso es así.
ResponderEliminarGracias por tantas alegrías que nos ha dado la novela, cada capítulo, alegraba un día y te dejaba con ganas de más. De verdad que gracias por darnos estos momentos y querer compartirlos con nosotros de esta forma tan bonita. :´)
Jooo... Que pena que se acabe, pero esto es así. Gracias por hacernos pasar tan buenos momentos :D Ha sido un final precioso.
ResponderEliminarPues nada, de verdad que siento decirle adiós a tantas sonrisas, pero es lo que hay. Todo empieza y todo acaba.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por regalarnos esta gran novela y espero que empieces otra, porque si no saldrá mi lado macarra JAJAJAJA.
Muchísimos besos desde Málaga para una de las mejores!!!
como puede estar embarazada si son lesbianas es imposible¡¡¡¡¡
ResponderEliminarla novela mmuy bnn el cap super currao pero sigo sin entender lo d q se quede embarazada
Sera por inseminacion artificial
Eliminarq es eso???? tengo 10 años perdonamee pero no se lo q ess explicarmeloo porfii
EliminarGran novela la que termina. Gracias por compartir tu arte escribiendo plasmándolo en esta fantástica novela que desde el primer capítulo me enganchó, y que hacía que todas las noches deseara que hubieras subido capítulo nuevo para disfrutar leyendote antes de dormir, como una forma de terminar bien el día. Lo dicho, una pena que termine, pero con un final muy bonito, como toda la historia. Espero que escribas otra novela, aquí tienes a alguien que la leerá seguro.
ResponderEliminarMuy grande,enorme.Sin duda la mejor novela de malu que he leido.Gracias por todo!!
ResponderEliminarenorme!! gran novela y gran escritora!! informanos si sacas novela nueva xfavor❤❤❤ muchos besos!!!
ResponderEliminarESPECTACULAR.........Gracias por esta gran novela he disfrutado mucho leyendola.......no dejes de escribir eres una gran escritora, gracias de nuevo
ResponderEliminarQ pena q se acabe gracias por hacernos felices lellendo eres grande sigue escribiendo lo haces genial si escribes otra podrías avisarme me encantaría leerla besos
ResponderEliminarSinceramente me da mucha pena de que esto termine, gracias por darnos tanto, y por hacer que nos emocionemos y riamos con cada capítulo. Espero que esto sea un fin, pero con un hasta pronto.Nunca dejes de escribir, eres muy grande :) @TaaNiiLLa
ResponderEliminarQue pena que se acabe ya, no me lo creo. Gracias por sacarnos tantas sonrisas y algunaque otra lagrima. GRACIAS
ResponderEliminarOleeee Oleeee y ole me he leído la novela en dos días, eres muy buena escribiddo ojalá huviese tercera temporada.
ResponderEliminar@02Noee
Gran novela!!!!! Hay alguna posibilidad de que subas algún epilogo o una tercera temporada?? porfi porfi porfi
ResponderEliminarConseguir que al leer la novela por tercera vez me siga quedando con ganas de más y me entren ganas de volver a empezar sólo se puede describir de una manera: MAGIA
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